Tenerife: tour por la isla en bus (Candelaria, La Laguna, La Orotava, Garachico y Masca)

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En esta tercera entrada sobre mis vacaciones en Tenerife (click aquí para ir a la anterior) quiero contar lo que hice el día 8: el primero de los dos tours que hice por la isla. A esta excursión se apuntó también Iván.


Jueves 8 de septiembre de 2022: excursión en bus por Tenerife

La excursión del día 8 fue en autobús, o como dirían los canarios, en guagua.


El autobús nos recogió en un hotel cercano al nuestro y luego estuvo un buen rato recogiendo en otros puntos, hasta que por fin la monitora dijo que ya empezaba la excursión y se puso a comentar a dónde íbamos y a contar cosas varias.

La primera parada fue en la Basílica de Nuestra Señora de Candelaria. Tanto Iván como yo somos ateos, así que el interés de la misma era meramente artístico para nosotros.

Lo que hicimos al llegar fue tomarnos algo en un bar de al lado, y aprovechar para ir al baño. El viento era tan fuerte que tiraba las sillas de las mesas de al lado, recuerdo que me sentía un poco incómoda por ello...

Después de lo del bar, hicimos algunas fotos cerca del mar, que amenazaba un poco con devorarnos, la verdad… No exageradamente, porque si no, yo no me hubiese acercado, pero un poco cabrón estaba…




Por último, entramos por fin a la basílica, la vimos un poco y ya tuvimos que volver al bus.

La siguiente parada fue La Laguna. Allí la monitora nos dio un paseo por el pueblo, estuvo un rato hablando en la Plaza del Adelantado, y luego fuimos poco a poco hacia el mercado de La Laguna, mientras ella comentaba cosas.

El mercado de La Laguna es bastante famosete, y es verdad que es grande y variado…  Tanto Iván como yo, decidimos comprar mojo picón. Él compró también pan. Lo de comprar mojo picón es debido a que es típico de Canarias, y allí lo tienen de muchos tipos. Básicamente, el plato típico de Canarias son las papas arrugás con mojo picón. Hasta hace poco, yo creía que sólo existía un tipo de mojo picón, que es el que he probado siempre. Sin embargo, me he traído un surtido que compré en dicho mercado, para probar los demás tipos.




Al parecer, me he traído dos botecitos de mojo verde suave, dos botecitos de mojo rojo suave y un botecito de mojo rojo picante. Hasta ahora, ni siquiera me había fijado bien en lo que me he traído...

La siguiente parada fue en La Orotava, pero diría que allí tampoco es que viéramos mucho… El municipio seguro que tiene muchísimo más que ofrecer que lo que nosotros vimos. Básicamente, nos llevaron a una iglesia y poco más.

La siguiente parada fue Garachico, pueblo famoso por sus piscinas naturales. Vamos, recovecos de agua de mar donde han puesto escaleras y la gente se baña. Allí fue justamente donde almorzamos, en un restaurante llamado La Almena.




Después de almorzar, dimos un paseo, vimos las piscinas naturales, y volvimos al bus.

Nuestro último destino fue Masca. Yo he estado en Masca dos veces, ya que también fue el punto final de la excursión del día siguiente.

Masca es un pueblecito de montaña de 200 habitantes, super aislado, aunque muy turístico, pero por las vistas. Comentó la monitora que allí ni siquiera llegan las ambulancias… No es de extrañar, porque vaya tela la ruta por la que tuvo que pasar el bus… El conductor tiene mucho mérito.

Cuando llegamos a Masca, lo primero que nos encontramos fueron cuestas y a un señor con una voz peculiar cantando y tocando la guitarra. Tanto a Iván como a mí nos gustaba su voz, la verdad... Desde allí, las vistas estaban muy bien. A Iván se le subió un lagarto y se asustó… Se asustó Iván, no el lagarto… Aunque puede que el pobre lagarto también se asustase… Una lástima no haberlo grabado.




Tras subir un poco, nos encontramos con un pequeño bar, pero no daba tiempo a tomar nada si queríamos ver lo que había algo más arriba. Y lo que había era una tienda de souvenirs, básicamente… Yo entré al baño en la tienda mientras Iván se daba una vuelta a ver si encontraba alguna otra cosa interesante. Cuando quise salir de la tienda de souvenirs, la puerta de fuera estaba cerrada, pero saqué la mano y abrí el pestillo…

Me dirigí hacia el bus, porque ya era hora de irnos, y allí me dijo Iván que había estado por ahí buscándome, pero yo no tuve la culpa de que me encerraran… Bueno, al final no pasó nada y llegué a tiempo al bus. AUNQUE por el camino, el viento me robó la gorra y el pobre Iván fue a por ella, descojonándose, eso sí… A mí quejándome en el momento en el que la gorra salió volando también hubiera estado bien grabarme...

Tras ello, el bus tomó rumbo al hotel de nuevo. Por el camino, pasamos por Santiago del Teide, pero no paramos. No obstante, yo pararía en la excursión del día siguiente, y de hecho, almorzaría allí.

Esa tarde descansé un poco y luego estuve un rato en la piscina del hotel, cuando ya no había ni el tato... Después, salí a dar un paseo con Iván. Durante el paseo, pasamos por una avenida totalmente orientada para los guiris: muy cara y con más carteles en inglés que en español. De hecho, las cartas expuestas de los restaurantes, estaban todas en inglés. Me pareció curioso, porque era como una mini localidad con apariencia glamourosa, pensada para sangrar a los turistas guiris... Bueno, no tan mini... Todo el Sur de Tenerife está orientado al turismo extranjero, más que al nacional.

Cenamos en un sitio que no estaba mal, caminamos un rato por el paseo marítimo y nos volvimos al hotel.


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