Índice de entradas del viaje a Nueva York en septiembre de 2024: click aquí.
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El martes 24 de septiembre de 2024 fui al Chelsea Market, visité más tiendas frikis y fui por última vez al Beast and Butterflies, para despedirme del lugar.
Me duché y desayuné un sandwich de pollo con salsa pesto y un zumo de naranja.
Fui al Chelsea Market. Es un sitio con un montón de tiendas y restaurantes de diversa índole. Me recordó un poco al concepto del mercado de Camden, en Londres (click aquí). Bueno, es que eso es el concepto de mercado, ¿no? Aunque nunca he entendido bien la diferencia entre mercado y centro comercial, me pierdo con los tecnicismos.
El caso es que me pareció mucho menos abarrotado de gente que el de Camden. Puede que tenga que ver que he ido entre semana, no recuerdo si al mercado de Camden fui en fin de semana. Quizás simplemente este tipo de mercados sean menos famosos en NYC que en Londres, no lo sé.
Me encontré con otro mercado italiano parecido al que me había encontrado en Flatiron District. Al final, todo lo italiano más o menos interesante me lo he ido encontrando, en lugar de verlo cuando fui a Little Italy, que no me gustó mucho.
En ese mismo sitio, compré una especie de croquetas gigantes... Las cuales no eran croquetas, pero eran algo empanado. No estaban mal. Eso fue lo que almorcé.
Forbidden Planet es una franquicia de tiendas frikis. He estado varias veces en la de Londres, y sabía que había una en NYC, así que ahí fui después del Chelsea Market.
El metro me dejó en Union Square, y desde ahí fui andando hasta la tienda, pero de camino me encontré con una tienda de Halloween y una de juegos de mesa, en las cuales entré simplemente para curiosear un poco.
Tras ello, por fin llegué al Forbidden Planet. Sorprendentemente, creo que el de Londres es más grande, pero bueno, el de NYC no está mal.
Tras ello, fui de nuevo al Beast and Butterflies, para despedirme del lugar. Pero estando de camino, yendo por Times Square, me encontré con el Krispy Kreme que me había recomendado mi antiguo compañero de trabajo, Antonio. Así que pensé: sé que lo del donut exclusivo es una pijada absurda, pero... Lo tengo que hacer.
Así es, me he comprado el donut más caro del mundo: un donut por 12,99 dólares (prácticamente 13 dólares, vamos) que sólo se vende en el Krispy Kreme de Times Square, llamado Big Apple, el cual te viene en una cajita verde.
En fin, por fin llegué al Beast and Butterflies, compré una botellita de agua y me tiré de nuevo en uno de los sofás de ese rooftop que tanto me ha gustado. Aproveché para comerme el donut, el cual ni siquiera me gustó mucho. Soy más bien de chocolate, el resto de cosas dulces no me entusiasman.
Cuando empezó a hacer frío, volví al hostel, vi el quinto episodio de la cuarta temporada de "Only Murders in the Building", y me eché a dormir.
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