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En esta entrada voy a narrar mi último día en Tenerife y mis sensaciones finales, que es lo verdaderamente importante de esta última entrada sobre mis vacaciones. Para leer la anterior, click aquí.
Sábado 10 de septiembre de 2022: piscina, relax y hacer maletas
El último día lo único que hice fue disfrutar de las instalaciones del hotel, ya que mi vuelo de vuelta a Sevilla era de madrugada de nuevo, y no quería estar demasiado cansada.
Desayuné en el buffet del hotel, y más o menos a media mañana, me fui a la piscina. Allí estuve un buen rato relajándome, hasta que llegó un señor cubano que se puso a llamarnos a unas cuantas… Y nos puso allí a hacer aqua gym.
Hubo un ejercicio que tuvo que pararlo porque yo le salpicaba agua a la de al lado, y la de al lado era una guiri que decía que no quería mojarse el pelo. Me disculpé, pero el señor cubano dejó ese ejercicio de lado, porque… Es que no había otra forma de hacerlo… Era echar los brazos sobre el bordillo y nadar con las piernas con toda la fuerza posible… Es que… ¿A quién se le ocurre bañarse en una piscina si no te quieres mojar el pelo?
A mitad de clase, llegó Iván, y cuando acabó la clase me junté con él. A mí me pareció curioso que un señor llegara y nos llamara a unas cuantas para hacer aqua gym así como que de repente y por las buenas, pero Iván dijo que lo había visto en otras ocasiones.
Después de charlar un ratillo en la piscina con Iván, él se fue, y yo me puse a almorzar en el bar de la piscina. Tenían hamburguesas, pizzas, ensaladas varias y sandwiches. Yo me pimplé una hamburguesa, como había hecho el día de llegada.
Después del almuerzo, fui a recepción a preguntar si yo podía acceder a otra piscina muy pequeña que me habían dicho que había en la azotea del hotel, pero que era sólo para algunos huéspedes, y tenía curiosidad por saber si yo tenía acceso, aunque sospechaba que no… Pero resulta que sí, así que subí para ver las vistas, ya que como piscina, molaba más la de abajo, que era la grande.
No obstante, me acabé bañando también un poco en la piscina pequeña, además de fotografiar las vistas y reposar un poco en una tumbona.
Tras ello, volví a mi habitación, me duché y bajé a cenar al restaurante del hotel.
Por último, hice las maletas y me puse a ver el primer episodio de la quinta temporada de Cobra Kai. Más tarde, escuché, como siempre, la música que venía de la zona de la piscina, que solía molarme bastante. Puse la alarma para que me avisara a las 4:30 de la madrugada.
Domingo 11 de septiembre de 2022: aeropuerto de Tenerife Sur y vuelta a Sevilla
Sobre las 5:00 de la madrugada, bajé a recepción para hacer el check out del hotel y que me llamaran un taxi, y así fue. Mi vuelo salía del mismo aeropuerto al que llegué, el del Sur de Tenerife. No he llegado a pisar para nada el aeropuerto del Norte.
En el aeropuerto, facturé la maleta, pasé el control, fui al baño, desayuné, compré agua y me tuve que esperar bastante para embarcar, ya que otra vez se retrasó una hora mi vuelo. No obstante, la espera se me hizo mucho más leve esta vez, porque no fue toda la hora esperando en la bendita cola para embarcar, sino que avisaron del retraso antes de indicar la puerta de embarque, al contrario de lo que había pasado en Sevilla.
Una vez embarqué, el vuelo transcurrió con normalidad. Al llegar, en el aeropuerto de Sevilla, hubo algo de lío con las maletas, porque se atascaron al ir saliendo por la cinta, y las tuvieron que empujar varias veces con un palo… De hecho, algunas maletas se cayeron por detrás, y creo que hubo gente que no se dio cuenta… Espero que los dueños encontraran sus maletas… Aquello era un poco la jungla. Por fin, salió mi maleta, la cogí, me pillé un taxi y me fui a mi señor piso.
Sensaciones finales
Y ahora, lo importante, ya que todo lo anterior puede resultar bastante aburrido e irrelevante, pero quería plasmarlo también.
Mi sensación final es que he aprovechado bien el tiempo que he estado en Tenerife, pero se me queda clavada la espina de no haber visto Puerto de la Cruz ni Santa Cruz de Tenerife. Si algún día vuelvo a la isla, intentaré alojarme por el Norte. No obstante, he estado dando vueltas por toda la isla, según el timeline de Google Maps:
En el Norte, hay vegetación, paisajes, montaña, Loro Parque y restaurantes a buen precio en los que se come muy bien. En el Sur, playa, Siam Park, discotecas y restaurantes caros enfocados al turismo guiri. Hay cierto paralelismo a lo que sucede en la península, ya que el Sur tiene un clima árido, desértico y es algo parecido a la Costa del Sol, en mi opinión... Mientras que el Norte tiene mucha vegetación… Aunque quizás muy distinta a la del Norte de la península, claro.
En resumen, me gusta mucho más el Norte, pero estaba alojada en el Sur por una larga historia... Aún así, creo haber aprovechado muy bien la semana, y haber conseguido desconectar bastante de mi rutina, así que… Me quedo con muy buen sabor de boca de Tenerife.
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