Índice de entradas del viaje a Lisboa de la Semana Santa de 2024: click aquí.
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Ayer hice una excursión parcialmente fallida.
Mi objetivo era ver olas gigantes en Nazaré, pero sabía que eso dependía del momento, ya que sólo son gigantes a veces, y suele ser en otra época del año… No obstante, igualmente tenía la intención de subir al mirador famoso desde el que se suelen observar, que es el mirador del faro.
Pero al final, ni siquiera subí al mirador… Aunque sí que saqué fotos bonitas desde otra zona no tan famosa… Pero supongo que desde el mirador habrían sido mejores.
Empezaré por el principio… Tenía reservado para ayer miércoles un viaje de ida y vuelta Lisboa – Nazaré con Flixbus. Flixbus es una compañía de autobuses que yo usé muchísimo el año que estuve de Erasmus, porque cada vez que tenía unos días de vacaciones, la usaba para hacer recorridos por ciudades que tuviese a tiro de Flixbus, terminando el circuito de nuevo en Konstanz, que es donde vivía ese año (click aquí).
Bueno, pues la he vuelto a usar para la excursión de ayer. El viaje de ida lo tenía a las 10:25h, desde la estación de Oriente, con llegada a Nazaré a las 11:55h. El de vuelta era a las 20:30h, con llegada a la estación de Oriente a las 22:00h.
Me daba MUCHA pereza llegar a Lisboa a las 22:00h después de la excursión del día anterior a Sintra, pero cuando había reservado los buses en su momento, lo había planificado así para que no me faltase tiempo.
En fin, fui en metro a la estación de Oriente, y allí tomé el bus para Nazaré, sin problemas ni nada que recalcar. Llegué a Nazaré, y me llevé una grata sorpresa al ver que no estaba lloviendo… Daba lluvia para más tarde, pero en ese momento hacía un clima perfecto para pasear, que era lo que me apetecía después del viaje en bus.
Un amigo me había comentado que la forma ideal para subir al mirador es en un bus destinado a ello, pero yo no sabía dónde cogerlo, veía que hacía un tiempo perfecto para pasear y además estaba harta de estar dentro de un bus… Miré Google Maps y vi que sólo eran 36 minutos andando hasta el mirador, según el Maps. Total, que pensé: “bah, yo subo andando”.
Ahora que lo pienso, en realidad, eso no fue tan mala decisión, pero si tomas esa decisión, llévala a cabo hasta el final, no te amedrantes a mitad de camino… Que fue lo que me pasó a mí, y probablemente fue la cagada…
Bueno, se me estaba olvidando contar, que al llegar a Nazaré, como ya eran las 12, que es la hora a la que me ha dado por almorzar estas vacaciones, pues paré a comer en un restaurante que había en la playa, y aproveché para cargar el móvil.
Pues bien, estando allí, creyendo fielmente a Google Maps en lo de los 36 minutos hasta el mirador (craso error), pensé que al final me iba a sobrar tiempo en Nazaré, y si encima más tarde iba a llover… Ya de entrada, a mí me daba pereza llegar tan tarde a Lisboa a la vuelta… Con lo cual, cambié el bus de regreso que tenía a las 20:30h, por otro que salía a las 16:55h.
Pensándolo fríamente, no sé si esto fue un error o no… En realidad, lo analizaré mejor cuando termine de escribir esta entrada.
La cuestión es que al final disponía de menos tiempo, pero pensaba que seguía yendo sobrada, y al terminar de comer, simplemente me dispuse a seguir la ruta a pie de los supuestos 36 minutillos (eso sí, todos cuesta arriba) hacia el mirador.
Subí bastante eh… De hecho, llegué a un sitio que también tenía muy buenas vistas.
Pero al llegar a ese sitio, y tras hacer unas cuantas fotos y descansar, me acobardé… Porque básicamente, vi que el resto del camino era por el monte, y me dio por pensar que lo mismo me hartaba de subir para llegar a algún sitio que luego no fuera capaz de subir, ya que yo soy bastante torpe, y si el terreno no es fácil, no suelo poder…
Entonces, pensé en lo que me había dicho mi amigo de que había un bus que te llevaba, y decidí volver sobre mis pasos a la playa y simplemente tomar el bus hasta el mirador. Creo que en el fondo, esto fue un error, pero sigo contando…
Cuando llegué de nuevo a la playa, vi que había un funicular, pero preguntando, me enteré de que estaba cerrado (eso fue mala suerte también, vamos).
Entonces, pregunté por el bus que lleva al mirador, y me enteré de dónde salía… Fui para allá, y allí pregunté otra vez y me dijeron que salía cada hora, por lo cual, el siguiente era a las 15:00h… Y yo había cambiado el bus de regreso a Lisboa por uno que salía a las 16:55h… Y me di cuenta de que no me daba tiempo, básicamente… Porque si cogía un bus al mirador a las 15:00h y otro de vuelta a las 16:00h, pues estaba muy justa de tiempo para volver a la parada del Flixbus que me llevaba de vuelta a Lisboa.
Llegado este momento, podría haber optado por cambiar de nuevo el Flixbus por el que salía más tarde… Pero empezó a llover y a hacer un viento que flipas… Y pensé: yo no lo cambio, yo me vuelvo a Lisboa cuando pueda, que estoy cansada y quiero volver al hotel.
Así que al final, no subí al punto importante de Nazaré, sino que me fui para la parada del Flixbus y estuve refugiada en una cafetería hasta que llegó el momento de tomar el bus de vuelta a Lisboa.
A ver, reflexionando y analizándolo a posteriori, creo que ninguna de las decisiones que tomé fue mala de por sí y que todas tuvieron sus razones, pero el cúmulo de todas ellas sí que fue un desastre.
Es decir, cualquiera de estas opciones habría estado bien:
1) Seguir con mi decisión inicial de subir al mirador andando, no amedrantarme a medio camino. Y volver temprano a Lisboa, pero habiendo subido al mirador a patita.
2) Retrasar de nuevo el regreso a Lisboa y subir al mirador en bus, aunque estuviese lloviendo… Total, al Palacio Nacional da Pena, en Sintra, fui lloviendo a cántaros… ¿Y qué?
Pero claro, si a la mala suerte de que el funicular estuviera cerrado y del mal clima, le añades que yo no siguiese adelante con la decisión de subir a pie, y que después me diese un montón de pereza retrasar el viaje de regreso… Pues… Al final, nada.
Realmente, lo que pasó es que cuando llevo varios días muy intensos, como es el caso, se me acaba la cuerda con facilidad, porque tampoco se puede abarcar todo siempre…
Además, aunque algunas cosas las super planifico, otras las improviso, y en esta excursión no planifiqué lo suficiente… NO sabía que los buses pasaban cada hora, pensaba que eran más frecuentes… NO iba bien informada de cómo era la ruta a pie hasta el mirador (lo podía haber mirado en Google Street View), que lo mismo ni siquiera era para tanto y la hubiera podido terminar a pie eh… Vete a saber.
Así que, moraleja: si subes a un sitio a pie, subes a pie… Si subes a un sitio en bus, subes en bus… Pero toma la decisión que sea a tiempo, y estando bien informada de lo que te vas a encontrar en cada caso.
Esto reafirma mi opinión, digan lo que digan algunos, de que los viajes es mejor planificarlos bien. Lo que pasa es que, claro, yo he planificado mi viaje a Lisboa, pero cada excursión en sí no tanto, porque andaba con demasiados asuntos en la cabeza, así que al viaje de Lisboa le he dedicado un nivel de planificación medio, no uno minucioso, como a otros viajes.
Pero bueno, creo que a pesar de todo, hice buenas fotos y vi buenas vistas. Vale, no tan buenas como las que hubiese visto desde el faro, pero no estuvieron mal. En cuanto a las olas gigantes, no las iba a ver de todos modos, porque ya desde la playa se veía que ese día no estaban gigantes, a pesar de que hacía mucho viento por la tarde.
Así que nada, eso fue mi excursión a Nazaré de ayer… A ver qué tal me va hoy aquí en Lisboa :-)
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