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El viernes 16 estuve vagueando toda la mañana, cansada ya de tanto viaje… Tenía ya incluso un poquillo de ganas de volver a mi casa, lo reconozco. Luego en mi casa, eso se me pasa rápido… Pero cuando llevo mucho tiempo fuera, me ocurre eso.
El caso es que, ya por la tarde, fui al cine de al lado del hotel, a ver Avatar 2 en 3D. Tenía la entrada comprada desde principios de semana.
Además, compré unos dulces (sí, sé que eso es saltarse muchísimo la dieta) que me llevaban ofreciendo los de un puestecito del centro comercial desde que llegué a Valencia… Bueno, se lo ofrecían a todo el que pasaba por delante del puestecito, claro… Te daban uno a probar, y estaban muy ricos. Cada día había un dependiente distinto y decía una cosa distinta… Una musulmana, la que estaba el primer día, decía que eran trufas especiales de no sé dónde… Un chaval que estaba la segunda ocasión que pasé, no recuerdo lo que les llamó, pero me dijo que eran “sin azúcar añadido”. No sé lo que se entenderá por añadido, pero eso dulce estaba… O bien tenía azúcar, o algún otro edulcorante… Creo que miel quizás… La última chavala que vi allí vendiendo, que fue a la que le compré al final unos pocos el viernes, decía que eran almendras con canela… Vete a saber, supongo que serían eso.
Ahora que lo pienso, ¿no parecen mojones de cabra? Bueno, no era eso, de verdad, eran unos dulces muy ricos… La cuestión es que, después de comprarlos, me fui ya para el cine y vi la película comiendo eso.
Quiero aprovechar para hablar ahora del tema de las gafas para ver pelis en 3D. Cuando salió el reestreno de la primera de Avatar, yo la vi en el cine de Nervión (en Sevilla), y me llevé muy buena impresión, porque me dieron las gafas envueltas en un plástico, nuevas, y me dejaron llevármelas. Con lo cual, me pareció todo muy higiénico. Sin embargo, cuando fui a ver Avatar 2 en el Ocine de Valencia, me prestaron unas que tuve que devolver.
La cuestión es que un amigo me dijo que también había visto el reestreno de Avatar en Nervión, poco antes que yo, y que no le habían regalado unas gafas nuevas, sino que también le habían prestado unas. Sobre este tema he oído todo tipo de historias, así que yo creo que cada cine tiene su propia política de empresa al respecto, y que en Nervión han cambiado esa política hace relativamente poco tiempo.
Tengo gafas “normales”, y por tanto, me las pongo unas encima de las otras. Hay gente a la que eso le resulta incómodo, pero a mí no… Supongo que depende de muchos factores… Entre ellos, si las patillas de tus gafas habituales son gordas o finitas, si pesan mucho o poco… También hay personas que para esos menesteres usan lentillas, y así sólo se tienen que poner las gafas 3D… Pero yo detesto las lentillas, y no tengo intención de usarlas nunca en la vida.
En fin, la película en sí, me gustó… No es una película que me haya marcado en ningún aspecto, no me parece memorable, pero sí que me gustó. Considero que la saga de Avatar está muy bien, pero para mí es sólo entretenimiento en el momento, no soy super fan, ni espero con ansias la siguiente, aunque la veré cuando salga.
Esa noche, al volver al hotel, pregunté en recepción si a la mañana siguiente tendrían algún inconveniente en pedirme un taxi cuando yo hiciera el check out, para poder ir al aeropuerto… Lo normal, en la mayoría de los hoteles, es que te digan que no hay problema… Pero menos mal que lo pregunté, porque en esta ocasión, resulta que los taxis estaban de huelga en Valencia.
Preocupada por el tema, subí a la habitación y me puse a investigar opciones. Al final, me reservé un Uber, para que me recogiera en la puerta del hotel a la mañana siguiente. Lo gracioso es que creo que la huelga de taxis era que quejándose de Uber y Cabify, y ellos mismos, con la huelga, me empujaron a pedir un Uber, y ahora ya sé que también se pueden reservar, y que son una alternativa fiable. No sé yo si la jugada de la huelga les ha salido muy bien a los taxistas conmigo, yo diría que lo contrario.
En fin, sábado 17 madrugué, desayuné, me duché, hice la maleta y bajé a la hora prevista para hacer el check out y tomar el Uber hacia el aeropuerto. Todo bien, llegué sin problemas.
Una vez allí, tampoco tuve problemas ni para facturar, ni en el momento de embarcar, ni hubo retrasos que yo recuerde, así que perfecto todo.
Enlace a todas las fotos del viaje a Valencia de diciembre de 2022:
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