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Del lunes al miércoles tenía las actividades previstas de Valencia, pero el jueves y el viernes los tenía, en principio, libres para explorar. El sábado viajaba de vuelta a Sevilla.
Pues bien, a principios de semana, compré online una entrada para ver el viernes por la tarde Avatar 2, en el cine de al lado de mi hotel. A ver, sé que ir al cine es algo que puedo hacer en Sevilla, PERO estamos hablando del estreno de una película cuya antecesora batió récords de taquilla… Dudo mucho que sea fácil ir a verla improvisadamente… Los cines estarán petados… No sé si fue buena o mala decisión, pero eso hice, porque además, era lo que me apetecía, y eso también importa mucho en vacaciones.
Total, que realmente, libre para explorar, sólo me quedaba el jueves… Así que me puse a investigar, a ver qué podía hacer el jueves que me llamase la atención… Y vi que tenía cerca el museo fallero, y que desde allí, había un bus que conectaba directamente con proximidades del paseo marítimo, sin necesidad de trasbordo siquiera… Así que eso decidí: el jueves fui al museo fallero y a darme una vuelta por el paseo marítimo.
La entrada al museo fallero sólo me costó 2 euros, así que creo que merece mucho la pena… Creo que si solicitabas audioguía era un euro más, no sé… No le presté mucha atención a eso, porque tenía ganas de explorar por mi cuenta, sin audioguía.
Nunca he estado en las fallas, ni siquiera en su hermana pequeña, las hogueras de San Juan, a pesar de haber estado muchas veces en Alicante… Las fallas se celebran en Valencia, y las hogueras de San Juan, en Alicante. Por lo que tengo entendido, son lo mismo, pero los alicantinos se enfadan si les dices eso.
En fin, sé lo básico: construyen figuras y las queman… Así resumiendo muchísimo. Bueno, y tiran petardos… Esto último no me gusta, no me ha gustado nunca la pirotecnia, me da miedo, como a los perros. El caso es que tenía curiosidad por ver en persona algunas figuras de las fallas, a pesar de haber visto alguna que otra en vídeo.
Quiero explicar cómo es que hay un museo con figuras de las fallas, si se supone que las queman… O al menos, yo tenía esa duda, puede que los lectores no la tengan… Pero yo la tenía, y leyendo la información sobre cada figura, aprendí que algunas figuras, las que más molan, son indultadas del fuego. Por lo visto, se vota para elegir qué figuras se indultan. Si eres valenciano, o simplemente más culto que yo al respecto, pensarás: ¿de verdad no lo sabías? Pero la verdad es que no, no lo sabía… Dicho esto, en el museo había muchas figuras indultadas, pero también había otras que eran simplemente reproducciones de las originales, las cuales sí que ardieron.
Y a los Picapiedra:
Algunas me gustaron, y otras me daban mal rollo. El caso es que pensé que el acto en sí de construir una imagen para quemarla, tiene de por sí un toque siniestro… A eso hay que sumarle que algunas tienen caras deformes y que incluso parece que te están mirando, además de que, obviamente, están muy quietas, y de que el museo está lleno de ellas.
No soy fan de Doctor Who, pero sí que vi los capítulos en los cuales el doctor era interpretado por David Tennant. Pues bien, hay un capítulo en el que unos chavales no pueden parpadear siquiera, porque están en un sitio lleno de estatuas poseídas o algo así… Si las dejas de ver, sea porque haya oscuridad o porque cierres los ojos, aunque sea el tiempo de un pestañeo, ellas pueden moverse, y básicamente, están todas siempre intentando matarte… Pero si las miras, se vuelven a quedar quietas, modo estatua.
Bueno, pues en el museo fallero, me acordé de ese capítulo de Doctor Who, y pensé que molaría rodar un cortometraje similar, pero con las figuras de las fallas… No sé, es que de verdad, las expresiones que tienen algunas, sumado a que las hacen para quemarlas… A mí me pareció una idea perfecta para un corto de terror. Ahora lo hará alguien, ganará muchos premios, y pensaré: jooo, a mí se me ocurrió… Pero yo la verdad es que no tengo ni idea de cómo llevar a cabo algo así, no soy cineasta.
A ver, las fotos que estoy poniendo en esta entrada, en su mayoría, son las que me dan buen rollo, así que pensaréis que de qué coño estoy hablando… Pero mirad, por ejemplo, esta escena de violencia doméstica prehistórica:
O estas otras imágenes:
En resumen, que muchas dan buen rollo, pero la mayoría, mal rollo.
Después del museo fallero, me monté en un bus y fui a darme una vuelta por el paseo marítimo, y estuve un ratillo por allí.
Pero, hablando mal y pronto, me entraron ganas de mear, así que, en pleno invierno, me metí en una heladería para poder usar el baño, y me pedí un helado de chocolate.
Estando saboreándolo, pensé que estaba como más rico de lo normal… Diréis… Raquel, eso será percepción tuya, lo normal en un helado de chocolate, es estar rico. Sí, a ver, sólo ha habido un helado de chocolate que no me ha gustado en mi vida, que fue una vez que compré una tarrina en un puestecillo de la feria de Sevilla y me decepcionó bastante. Pero, en cualquier heladería normal de Sevilla (no en un puestecillo de feria, sino heladería normal), el helado está muy rico, claro que sí.
PERO por alguna razón, a mí me parecía que el helado que me estaba comiendo estaba especialmente rico… Hasta que leí lo que ponía en la tarrina: "Mejor helado de España. Primer premio". Y de repente, todo en mi vida tuvo sentido, como las piezas de un puzzle encajando. Cuando subí la foto del helado a Instagram y demás redes sociales, me consta que alguna gente pensó que había ido yo a tomarme ese helado a sabiendas… Pero no, fue una de estas maravillosas casualidades de la vida.
Al parecer, había entrado a mear, por casualidad, en la heladería que había ganado el premio a la mejor heladería de España en 2022. Menos mal que soy una meona, lo que me hubiera perdido si no… Lo curioso es que la heladería tiene nombre italiano: "Véneta Gelato Italiano".
No viene a cuento, pero me estoy acordando de que mis abuelos maternos tenían una heladería, se ganaban así la vida... En Sevilla, en mi barrio... La vendió mi abuela cuando yo era MUY pequeña, así que creo que ni llegué a entrar nunca. El local sigue en mi barrio, claro, pero creo que sigue cerrado, me parece que no han abierto ningún negocio en ese local. Lo cual es raro, porque está muy bien ubicado.
Total, después del helado, me di otra vueltecita por el paseo marítimo y tomé el bus de vuelta al hotel.
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