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Museo de las Ciencias
El lunes 12 de diciembre de 2022 hice una visita al Museo de las Ciencias de Valencia. Me gustó. Fin de la entrada.
Es broma, es broma… La cuestión es que me gustó, pero no tengo tampoco mucho que decir al respecto… Está chulo, pero de las tres cosas que tenía programadas para Valencia, pues es la que menos… A ver, que está muy chulo, de verdad… Pero diría que lo que más me gustó fue el Oceanogràfic, después el Hemisfèric, y por último, el Museo de las Ciencias… Aunque quizás empate con las otras actividades que hice después de todo ello, los últimos días, que fueron el museo fallero y un paseo cerca de la playa, pero ya hablaré de eso cuando toque.
La cuestión es que recuerdo que el museo tenía como una zona dedicada entera a Marte, que fue lo que más me llamó la atención. Tenía también una zona dedicada a instrumentos musicales, otra al cuerpo humano…
Creo que sobre el museo no voy a explayarme más. Mola mucho, hay que verlo si estás por Valencia, pero ya está.
Oceanogràfic
Ahora sí, el plato fuerte: el martes 13 (mira por dónde), pasé todo el día en el Oceanogràfic de Valencia.
Fue aquí donde grabé el vídeo del que más orgullosa me siento de toda mi vida: tortugas follando. Sí, así de simple soy.
Además, echaron un polvo muy navideño, porque sonaba Jingle Bell Rock de fondo (no he puesto yo la música, el vídeo está tal y como lo grabé).
Porno tortuguil aparte, muchos de los animalitos que vi en el Oceanogràfic, los había visto en alguna parte anteriormente, ya fuera en Loro Parque (click aquí) o en Castillo de las Guardas (Sevilla), por ejemplo...
Pero también vi algunos nuevos que nunca había visto antes. Por ejemplo, esto de aquí es una beluga:
Las belugas me hicieron mucha ilusión, no sé por qué… Además de no haberlas visto nunca antes, me inspiraron curiosidad especialmente, y hubo una que se me quedó mirando, pero pasó de mí en cuanto saqué el móvil. Una pena… Podríamos haber tenido un momento de conexión, como Harry Potter cuando habló con la serpiente del zoo en el primer libro… Pero me pudieron las ansias de hacer fotos.
En otros lugares que he visitado, hay también cocodrilos, pero nunca había tenido ocasión de verlos realmente bien. En el Oceanogràfic, por fin pude hacerlo.
Sobre los cocodrilos, tengo que comentar varias cosas. La primera, que me sorprendió el hecho de que un lado del recinto lo tenían sin cristal y sin nada… Quiero decir, en las fotos que yo me hice, hay un cristal que separa al cocodrilo de mí (menos mal), pero es que, al otro lado del recinto donde ellos están, no hay nada… Simplemente, ellos están un poco hacia abajo, como en un foso, pero no es un foso muy profundo… He visto fosos sin barrera con suricatos (en Castillo de las Guardas creo que fue), o incluso con lobos… Pero… Teniendo en cuenta lo peligrosos que son los cocodrilos… Me sorprendió… Aunque supongo que son menos ágiles de lo que yo me los imaginaba.
Lo segundo que quería comentar es que son muy estáticos… Quiero decir, el cocodrilo con el cual salgo en las fotos, se movía tan poco, que alguna gente se creyó que era una réplica… Pero no… Movió varias veces la cabeza, y llegado un momento se fue… Pero se pasaba mucho tiempo completamente quieto, sin ni siquiera parpadear.
Por último, quería comentar que nunca he sabido diferenciar los cocodrilos de los caimanes, pero ahora sé diferenciarlos por el hocico, porque al cocodrilo del Oceanogràfic le noté el hocico distinto de como yo lo imaginaba cuando pensaba en un cocodrilo... Lo acabo de buscar en Internet, y aparece lo siguiente:
"Los cocodrilos tienen un hocico largo y afilado, estrecho, con una forma semejante a la de una V si vemos su cabeza desde arriba. En cambio, los caimanes tienen un hocico más redondeado, en forma de U".
Fuente: https://www.ecologiaverde.com/diferencia-entre-cocodrilo-y-caiman-2773.html
Lo he buscado porque no sabía muy bien cómo expresarlo. El caso es que yo he visto en documentales unos animales que tenían el hocico distinto del cocodrilo que vi en el Oceanogràfic, y seguramente sea porque, en realidad, los que he visto en documentales, serían caimanes.
En fin, estuve todo el día en el Oceanogràfic, almorcé allí mismo en una hamburguesería de dentro… Y estuve dando vueltas por allí hasta que ya lo había visto todo, lo cual coincidió con que empezó a chispear, y me fui.
Bueno, antes de irme, dentro del propio Oceanogràfic, fui a ver un documental en 4D, que no estuvo mal, pero tampoco fue nada del otro mundo.
Lo de 4D es 3D más el hecho de que te tiren agua, te den hostias (suavecitas) en el asiento… Molaría mucho viendo pelis de miedo… Pero ya me extenderé sobre esto en la siguiente entrada, que será sobre el miércoles 14, el día que fui al Hemisfèric… El Hemisfèric no tiene esos efectos, pero es que será la entrada en la que me explayaré sobre lo que yo pienso que te debe aportar la experiencia de ir al cine a ver una peli hoy en día.
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